. Una de las cuestiones que parece básica y que la mayoría de los autores están de acuerdo, es la importancia de la implicación por parte de los agentes, en este caso los profesores, para la mejora de su práctica educativa. Así siguiendo a Mccormick y James podemos decir “que el cambio efectivo depende del compromiso auténtico de quienes tienen la obligación de ponerlos en práctica y que ese compromiso sólo puede conseguirse si quienes participan en ello tienen la sensación de controlar el proceso[1]”. De la misma forma, Nieves Blanco , nos advierte que el éxito de estas iniciativas se debe a varios aspectos: “la implicación, el compromiso activado día a día, de las y los docentes que trabajan en estas escuelas. Implicación en primera persona, individual por tanto, pero que se sostiene en la relación con las compañeras y los compañeros del centro, y también con los de otras escuelas[2]”. Y es que como podemos observar, la implicación por parte de los docentes en las distintas evaluaciones que se realicen son fundamentales para poder lograr un cambio en la práctica de la educación. Necesitamos sujetos activos, preocupados diariamente por su formación, pero ese es un tema que más adelante comentaré.
En esta parte del ensayo y esclarecidas las dos perspectivas acerca del concepto de rendición de cuentas, es necesario plantearse a una serie de dudas, acerca del concepto de innovación curricular y cambio. Podríamos encontrar varios significados a la palabra innovación pero me quedaré con la definición de Bhola , encontrada en Innovación, cambio y reforma: algunas ideas para analizar lo que está ocurriendo de Félix Angulo Rascó. Así en ella se nos dice que “innovación es un concepto o actitud nueva; una nueva herramienta o una pieza de tecnología, junto con nuevas habilidades y una nueva forma de organizar el trabajo, o un nuevo modo de estilo de vivir y hacer, introducido a un individuo, grupo, institución o cultura que no lo haya incorporado antes[3]”. Como podemos observar la palabra innovación se desarrolla conjuntamente con la palabra “cambio”, a la que tanta importancia le di al principio del ensayo. Y es que de eso es lo que se trata. De cambiar nuestras prácticas para mejorar la enseñanza de nuestros alumnos. Para poder lograr ese cambio tenemos varias perspectivas; Hoyle nos advierte que la escuela en cuanto sistema social, puede ser creativa; la otra perspectiva le confiere mucha más importancia al papel de los individuos. En esta corriente podemos encontrar a Stenhouse y Nieves Blanco, que nos hablar de la importancia de los profesores como individuos y su implicación. Sin embargo, es posible una mezcla de las dos perspectivas, ya que desde mi punto de vista, la escuela puede cambiar a los individuos como también las personas pueden cambiar, a través de sus actitudes, la escuela.
Una de las características más importantes del debate planteado arriba es el que planteó Hoyle, y que todavía sigue suscitando mucho interés. Me refiero a los conceptos de profesionalidad restringida y ampliada. Este tema, desde mi punto de vista, es de vital importancia en muchos aspectos. La importancia, de que los profesores, sean investigadores, es decir, vayan más allá de su práctica profesional es fundamental. De ahí la importancia que le confiero a la formación de los profesores en las nuevas tecnologías, es decir, apoyarse en las diferentes redes sociales que nos ofrece esta para poder conseguir una mejora de nuestra práctica. Y es que este concepto de profesor como investigador, aportado por Stenhouse sigue dando mucho de que hablar actualmente. Considera que “la capacidad de desarrollo profesional autónomo a través del estudio sistemático de la propia actividad, el estudio del trabajo de otros profesores y de la comprobación de las ideas mediante procedimientos de investigación en clase[4]”. Esta es la perspectiva amplia que nos presenta Stenhouse y que tanta importancia le confiero. Sin una verdadera implicación por parte de los profesores en la enseñanza, es imposible un verdadero cambio social, por mucho que la escuela cambie.
[2] Nieves Blanco (2005). Revista Electrónica Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en educación. Pág. 374.
[3] Bhola en Angulo, F. (1994) Teoría y desarrollo del currículo. Pág. 358. Editorial Aljibe.
[4] Stenhouse en Mccormick, R, y James, M (1996): Evaluación del currículum en los centros escolares. Pág. 44. Ediciones Morata.
Hola Carlos, he leido tu blog y me gustado mucho. Yo tb soy educadora y ahora estoy trabajando en los factores psicosociales de la educación interactiva con los individuos. Me gustaría poder hablar contigo detenidamente, que pareces una persona muy interesante.
ResponderEliminarSaludos
Hola Paula,
ResponderEliminarmuchas gracias por haber entrado al blog e interesarte por lo que escribo.
Que interesante lo que estas trabajando, aunque realmente no he estudiado mucho acerca de los factores psicosociales de la educación interactiva, aunque suena muy bien.
Por mi no hay problema en hablar, todo lo que sea aprender perfecto. Mi e-mail se encuentra en mi perfil, así que cualquier cosa bienvenida sea.
Saludos
Charly, has recibido el Excellent Blog Award...jeje...
ResponderEliminarBesitos!!